martes, 19 de noviembre de 2013

Navegando el Amazonas

DIA 1




Ya el dia anterior habia reservado mi billete y el embarque de la moto con uno de los vendedores que hay al llegar al puerto, parece que son como una especie de sindicato y los tiquetes se negocian con ellos. Me cobro 180 reales por mi y 300 por la moto sacandole algun descuento. llegue a las 16 h como habiamos acordado para hacer el embarque de la moto, pero en realidad no se embarcaria a esa hora sino hasta que cargaran el resto del barco, asi que me fui a hacer las ultimas compras antes de volver. Por lo que habia leido en foros era mejor llevar la mayor cantidad de proviciones posibles, en el barco venden un menu al parecer muy basico por 15 Reales, y un desayuno basico cuesta 7 Reales, aunque he visto que con las otras compañias cuesta 10 resles el menu. Asi que compre muchos enlatados, frutas y bebidas.

Llegue nuevamente al puerto antes de las 19 h por que se supone que partiriamos a esa hora, nada de eso pues apenas estaban cargando el barco, en este caso con toneladas y toneladas de tomates.
Me decian que debia esperar un poco a que subiera la marea para embarcar la moto, y yo me preguntaba acaso por donde es que la piensan subir. Cuando me llamaron para embarcar la moto me muestran un pequeño planchon de madera como de 40 CMS de ancho que unia la proa del barco al muelle, y les dije: pero estan locos como pretenden pasar una moto de mas de 200 Kg por ahi, se va a caer! Pero creo que no tenia mas opcion ya estando aqui, y mientras yo seguia discutiendo y preguntandome como la moto iba a pasar por ahi y salir bien, ya la tenian casi entrando al barco entre 8 hombres mas o menos, la vi en realidad en el agua, pero finalmente no se como la bajaron, ahora solo me pregunto como la van a sacar!

Finalmente, despues de cargar otros tantos camiones de tomates y otros productos en la parte baja hacia las 11 de la noche partimos, cuando llegue a buscar mi hamaca, que muy estrategicamente habia amarrado ya desde temprano para tener una buena ubicacion, me encontre con que estaba ya rodeado por decenas de hamacas y mucha gente, y dije pero aqui va a ser imposible dormir, casi que estan unas encima de otras, y esto por cinco noches parecia una locura y entonces pense otra vez no tengo otra opcion, asi que solo la corri un poco para no quedar tan encima de las otras. A mi lado un Brasilero que parece buena onda, por el otro lado esta una niña-junto con su familia-que parece muy aburrida, rasca su pelo y saca el mugre de sus uñas.
El ruido del Barco es terrible,y la vibracion pareciera que se transmitiera a toda la estructura, pero uno se va aconstumbrando, y finalmente buscando posicion en la hamaca y con un poco de musica en mis auriculares pude dormir un poco. 

DIA 2

La noche no estuvo tan grave como pensaba, uno se va acomodando y buscando posicion en la hamaca, lo que si es terrible, es el ruido de los motores y su vibracion parece transmitirse por todo el barco y llegar hasta donde esta colgada la hamaca y de ahi pasar a mi cabeza, es como tener una batidora enorme todo el tiempo al lado mio. Me levante sin ninguna prisa -no hay mucho por explorar en el barco- y desayune con las proviciones que compre, algo de fruta, torta y leche achocolatada.
En la cubierta del barco no hay practicamente nada, un par de sillas de plastico, pero nisiquiera asoleadoras, muy poca gente sube alli, a todos los veo la mayor parte del tiempo en la cubierta de abajo en sus hamacas, algunas señoras tejen, otros hablan, pero la gente no hace mucho mas.
En la cubierta la vista es mucho mejor, alli conoci a una pareja Italiana, y a Francisca una Chilena, creo que junto con una hippie argentina somos los unicos extranjeros en el barco. Hablamos e intercambiamos un poco nuestras historias.

A medida que el barco avanza se van acercando pequeñas balsas de madera de las casas de la orilla, en la mayoria van niños, unos se acercan para ver que les lanzan desde el barco. Una señora de aproximadamente 70 años o mas, saca paquetes con ropa y se los empieza a lanzar al agua mientras que ellos se van acercando. Otros se acercan al barco y amarran su balsa a este y suben, lo hacen ya con una destreza impresionante, por lo general son niños de diez años o menos, bajan con camarones o palmitos para vender a los viajeros, tambien piden dinero algunos. Es sorprendente la cantidad de ranchos que se ven a orillas del rio durante todo el recorrido, en todos se ven muchos niños y al parecer mucha pobreza.

Despues del almuerzo paramos en alguna poblacion, suben muchos vendedores con comida-una señora al lado mio me hace señales de que cuide mis cosas-venden platos de comida por 5 reales, y yo pensando en que pronto me aburriria de los enlatados me arriesgo y compro un plato, lo como con algo de desconfianza, y fatal error...en la noche ya me empezaria a sentir mal del estomago. 
Y pensando en contrarestar el efecto de la comida en la noche saco una botella de martini que habia comprado en la ciudad antes de partir y la comparto con Francisca y los Italianos, hasta que un poco antes del anochecer nos bajan de la cubierta, por que tienen que cerrar, y ahora a donde mas vamos pensamos, pues a nuestro hogar multifuncional de estos 5 dias, nuestra hamaca!




DIA 3

La segunda noche estuvo peor, entre un poco de dolor de cabeza sumado al ruido y al malestar producido por la comida del dia anterior, no logre dormir muy bien. Miro mi GPS para ver cuanto hemos  avanzado, y no es nada, el "Liberty Star" nuestro barco,  no avanza a mas de 13 KM/H, va realmente lento. Para que se hagan una idea es algo asi como el "Splendor of the seas" pero sin el splendor y sin el seas, o sea nada, puro y literal barco de carga, los baños huelen terrible y el agua sale amarillenta, excepto la de una de las duchas que es un poco mejor.

Ahora comemos juntos con Francisca y la pareja de italianos, Carlo y Gretel, compartimos las provisiones que tenemos de enlatados y otras cosas, no queremos comer en el barco por que la comida no tiene buena pinta y ademas es cara, un plato sin bebida cuesta 15 Reales. Ahora por momentos subimos y nos bronceamos en la cubierta VIP, donde hay unas duchas fantasticas con vista directa a la Amazonia. La mayoria de la gente casi no sube alli, estan casi todo el tiempo en sus hamacas, unos duermen, otros simplemente estan ahi inertes, como esperando el paso de las horas.

Cuando empieza a caer el sol es el momento magico de cada dia, subimos a la cubierta - que ahora es mas popular gracias a las dos guapas extranjeras que estan alli en bikini bronceandose - y a medida que el sol se va ocultando entre las nubes y el espeso verde de la selva, tomamos fotos y disfrutamos del momento. El paisaje es alucinante y muy relajante, es la desconexion de todo, alli es cuando sentimos que el viaje vale la pena.

Y alli transcurre nuestro tiempo en compañia de Francisca, Gretel y Carlo hasta el anochecer, hasta que alguno de los mala leche que atienden el bar de abajo, suben a decirnos antes de la media noche que tienen que cerrar. La tripulacion, que son entre 8-10 personas, son en su mayoria muy mala onda, son poco amables y creo que no les agradara mucho su trabajo por que llevaran haciendolo mucho tiempo. Y entonces de alli nos vamos a buscar algun lugar en donde meternos y rematar la noche, nos vamos a la Proa con Francisca y alli empiezan a salir botellas de cachaza compradas en una parada por alguno de los Brasileros.  Alli esta la hippie Argentina que habla y toma cachaza con Edson, el Brasilero vecino mio de hamaca; con el pasar de las horas y con mas cachaza en la cabeza empieza a alucinar hasta con las luces rojas que se ven en el cielo, que avisan sobre el paso de cables electricos. Un rato mas tarde, cuando ya nos vamos a dormir, la encuentro acostada en la hamaca de mi vecino brasilero, y como lo podia sospechar, entre el incesante ruido de nuestro Barco y las luces fluorecentes del techo que nunca se apagan durante la noche, inicia una especie de maremoto sobre mi hamaca, no se si reir o decirles algo, al final rio de la surealista escena, lcon su culo casi sobre mi cabeza, del otro lado esta la niña dormida y mientras se descaran mas y mas con los movimientos sobre la hamaca de repente llega alguien de la tripulacion y le dice a ella que debe ir a su hamaca. Cortado el amor en el Amazonas por esa noche.





DIA 4

Cuando uno se da cuenta, ve nuevas hamacas que aparecen de repente amarradas en cualquier hueco medio libre, sube gente nueva y se acomodan donde pueden, creo que no hay ningun tipo de control sobre la cantidad de gente que llevan. Hoy es el dia que llegaremos a Santarem, que es como la mitad del camino entre Belem y Manaos, miro el GPS y realmente estamos lejos todavia, la velocidad del barco por trayectos se reduce hasta los 8 KM/H, lo que hace que avancemos muy poco, ahora nos dicen que no llegaremos el miercoles sino el Jueves, les da igual; Preguntamos al encargado de la cabina durante ese momento por que vamos tan lento, dice que para que no se calienten los dos motores.  Motores que no alcanzan los 500 caballos, o sea menos que la potencia de un ferrari para arrastrar todo este volumen de 4 cubiertas, y que segun me dicen cargan hasta 1.000 toneladas.

Y entre el lento avance del Liberty Star y el bello atardecer de la Amazonia en compañia de Francisca, con quien ahora somos mas cercanos, nos contamos un poco de nuestras vidas en medio de la paz y la melancolia que me produce por momentos la magica vista del atardecer. Ella, que se ha convertido en mi compañera mas cercana del barco, tiene unos lindos ojos y una mirada cautivadora.
Empieza a oscurecer y esperamos llegar a Santarem no muy tarde en la noche para poder comprar provisiones. Dicen que pararemos unas tres horas, pero todo parece indicar que llegaremos a la 1 de la mañana, asi que sera poco probable encontrar algo, sin embargo esperamos ansiosos la llegada. Un poco antes de llegar, la corriente se pone un poco mas fuerte por una fuerte lluvia y el encuentro del rio con un par de afluentes, lo que hace que el barco se mueva un poco mas. 

Llegamos, y como lo podiamos imaginar en el puerto no encontrariamos nada, la unica opcion seria tomar un taxi hasta el centro sin la certeza de encontrar nada, asi que mision fallida.
La ventaja ahora es que ha bajado un poco de gente en Santarem, asi que el barco esta mas vacio, aprovecho para reacomodar mi hamaca en un lugar mas tranquilo, seguro que hoy dormire mejor, dije.




DIA 5

Ya con el barco con menos gente y mas calmado, el viaje se siente mas tranquilo y pude dormir mejor, hablo un poco con una japonesa muy joven que viaja sola, y que solo descubrimos tiempo despues de la partida entre toda la gente. No habla mucho como todos los japoneses, me pregunto como viaja si hablar nada de español.
Siento mi estomago por momentos ya un poco mal, despues de comer todos estos dias casi lo mismo, pero desde que no tomo el agua de los refrigeradores del barco creo que no empeora. Los mosquitos tampoco han sido una pesadilla como se lo pintan a uno, si hay bichos pero no estan todo el tiempo atacando.

Entre las multiples opciones que tenemos vamos a nuestra cubierta favorita nuevamente, aunque le escapo al sol todavia despues de la insolada que me pegue el segundo dia. Ya parece que el tiempo pasa mas rapido, los dias se nos hacen mas cortos y el barco ya con menos peso, por momentos avanza mas rapido, aunque ahora moviendose mas por que la corriente es mas fuerte. llegamos hacia la tarde a un pueblo del cual no recuerdo el nombre y aprovechamos para comprar algo de provisiones. Los pueblos son muy tranquilos y se ve que todo el transporte se hace por el rio, aunque hay autos y motos en casi todos los pueblos y parece una vida muy normal; Los precios no son desorbitantes, asi que compramos algo de cerveza y cachaza, mientras nos apuramos para no perder el barco - dos dias atras partio y dejo a alguien en el puerto y esa persona tuvo que pagar a una lancha pequeña para alcanzar el barco.

Ya nos hemos habituado mas al barco, nuestra rutina es mas o menos la misma, subimos a ver el atardecer en la cubierta, y cuando nos saca de alli la gorda fastidiosa del bar de abajo nos vamos a la proa, ahora estamos alli sentados en las sillas de plastico, o a veces en el piso, filosofamos un poco con Francisca, me cuenta de su amor que dejo en Santiago hace 40 dias y de lo que la motivo a hacer un viaje sola y venir al amazonas, yo le cuento un poco mi historia de viaje, la que me motivo a estar aqui despues de mas de 120 dias y mas de 21.000 KMS. Ya nos hemos hecho buenos amigos -solo buenos amigos, ella advierte- amigos de atardeceres, de caricias y de historias sin contar.



DIA 6

Hoy se supone es el dia en el que debemos llegar, ya nos han dicho que estamos retrasados y que llegaremos el Viernes a la madrugada, y en medio de nuestra rutina y nuestro relajamiento ya nos da igual, no hay prisa. Estamos desconectados del mundo, ya no nos importa que el telefono no tenga señal, o no recibir actualizaciones del facebook. Hacemos cuentas con Gretel, Carlo y Francisca de las provisiones que tenemos y son muy pocas, asi que aprovecharemos cualquier parada para comprar. Pero ya añoramos demasiado una buena pizza o un buen pedazo de carne, y entonces hacemos planes de posibles comidas para Manaos.

No han vuelto a subir vendedores ambulantes al barco, sin embargo seguimos viendo muchas casas y poblaciones a lado y lado del rio; todas estan inundadas en las cercanias del rio, supongo que todos los inviernos es asi. El calor ya se empieza a sentir mas, pero la vegetacion es mas o menos la misma, no vemos los animales que esperabamos ver, pero si se sentimos muchos pajaros en la jungla. La corriente es mas fuerte y nos sorprende mucho el ancho que tiene el rio en algunos trayectos. Hemos tenido la suerte de tener luna llena y gracias a esta los anocheres son espectaculares desde el barco.





DIA 7

Despertamos temprano por que el barco paro en una poblacion, asi que bajamos para ver que podemos comprar, corremos por que sabemos que les daria igual partir y dejarnos. Nos sentimos algo asi como los millonarios del costa crociera que bajan en cada parada de las islas griegas, pero en el Liberty Star y por el amazonas; y reimos de nosotros mismos, y de lo que pensaran la mayoria de nativos de los 4 personajes estos que se creen en un resort, tomando duchas y bronceandose en la cubierta todo el dia.

Hacia el mediodia, Carlo nos avisa que estan ofreciendo almuerzo gratis debido al retraso, sabemos que no sera un Salmon a la parrilla, sin embargo bajamos a comer al restaurante, como era de esperarse nos desilusiono, comida que parecia recalentada y sin ningun sabor, asi que mas o menos la dejamos para retornar a nuestro suculento menu de enlatados con galletas y pan.

Son mas o menos las tres de la tarde -ya el reloj se ha atrasado una hora por el cambio horario - llegamos a una especie de punto de control de la armada Brasilera, el barco se detiene, hay una fragata mas o menos grande de la armada brasilera junto a un par de lanchas rapidas con soldados bien armados, rodean nuestro crucero tomando fotos - mientras nosotros sonreimos y levantamos los dedos bromeando un poco - suben al barco algunos de ellos haciendo un chequeo general y nos piden nuestros pasaportes; es la primera vez en toda la ruta que me piden documentos en Brasil.

Sabemos que estaremos llegando muy temprano el dia siguiente a Manaos, sera nuestra ultima noche en el barco, y tambien nuestro ultimo atardecer, trato de guardar en mi memoria las mejores imagenes del que puede ser el ultimo atardecer en el amazonas, y nos dejamos llevar un poco en compañia de Eddie Veder y Portishead. Ahora es ese momento, y cuando quieres que algo no se acabe, por que sabes que luego lo vas a echar mucho de menos.
Amanece, ya estamos en Manaos.



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